Mujeres pintoras que quizás no conocías (I de IV)

Sofonisba Anguissola (1532 – 1625)

Es considerada la pintora renacentista más importante de Italia. Su aprendizaje con artistas como Campi o Gatti, sentó un precedente para que las mujeres fueran aceptadas como estudiantes de arte.

En 1554 conoció a Miguel Ángel en Roma por mediación de otros pintores. Además de haber sido un gran honor su encuentro con el genio, Sofonisba se benefició de ser “informalmente” instruida por el gran maestro, que también admiraba el talento de la joven pintora.

A pesar de su talento, esfuerzo, coraje y de que contaba con cierto apoyo (a diferencia de otras mujeres de la época), no lo tuvo nada fácil. Su condición de mujer y clase social no le permitieron ir más allá de los límites impuestos para su sexo. Era impropio para una señora contemplar un cuerpo desnudo, por lo que tampoco pudo estudiar anatomía o dibujar al natural.

Su especialidad era el género del retrato, en el cual innovó logrando poses informales y acercamientos a la figura retratada.

En la corte de Felipe II, donde llegó en 1560, la joven artista trabajó codo con codo con Sánchez Coello, quien influyó profundamente en su estilo, dando incluso lugar a problemas de atribución de algunos retratos como el de Felipe II. Por mediación del rey, se casa con un noble español descendiente del virrey de Sicilia.

Enviudó años después y se establece de nuevo en Italia donde vuelve a casarse. Es en plena madurez cuando alcanza un reconocimiento internacional y es visitada por jóvenes artistas como Van Dyck, quien estudiaba y admiraba sus retratos.

Se le atribuyen con seguridad un total de 50 obras ahora expuestas en el Museo del Prado, Galeria degli Uffizi, Pinacoteca Brera, entre otros. Su obra tuvo una enorme influencia en las generaciones siguientes, siendo su retrato de la reina Isabel de Valous, con una piel de marta cibelina, el más copiado en España. Entre estos copistas se incluyen algunos de los mejores artistas del momento, como Rubens. 

En 1625, ya con la vista debilitada (se cree que tuvo cataratas) pero mentalmente muy alerta, muere Sofonisba en Palermo. Fue la gran pionera en abrir camino para que otras mujeres pudieran hacerse un hueco en el panorama artístico del renacimiento y Barroco.