Curiosidades de grandes pintores y colores


- Una vez le preguntaron al gran pintor Pierre Auguste Renoir cómo conseguía darle un tinte tan delicado y sugerente a sus desnudos, a lo que él contestó: “Yo no hago más que pintar, pintar y seguir pintando, hasta que tengo ganas de pellizcar. Entonces sé que ya está bien”. Durante su estancia en Montmartre, cogió la curiosa costumbre de mudarse cada poco tiempo, pues estaba convencido de que “siempre tienes que estar al acecho de algo que pintar”, y lo hacía sin ningún equipaje, solo cepillo dental y una pastilla de jabón. El día de su muerte, aún seguía pintando y al dejar el pincel manifestó: “Creo que estoy empezando a entender algo de esto”.



- Al morir Andy Warhol, además de su inmensa obra, dejó también como parte de su legado un sinfín de rarezas y anécdotas. Entre otras, su propio nombre, ya que el joven Andrew, que en realidad se apellidaba Warhola, tomó su apelativo artístico en 1949 debido a un error en un periódico en el que aparecía una de sus dibujos. También era famoso por su obsesión por los gatos, a los que introdujo sin dudar en varias de sus obras. De niño soñaba con ser bailarín de claqué y al morir, quedo descubierto uno de sus mayores proyectos: más de 600 cajas de cartón bautizadas como Cápsulas de Tiempo, en las que el pintor fue almacenando revistas, diarios, regalos y todo tipo de objetos.


- ¿Qué significado tenían antes algunos colores en el arte? El color amarillo, por ejemplo, tenía connotaciones negativas. Fue el color elegido por Giotto para vestir al traidor en El Beso de Judas. Tampoco gozaron de buena reputación los colores compuestos porque al ser mezclas, se asociaban con la heterodoxia y la falta de pureza. El amarillo, el marrón y las mezclas delataban a los traidores, torturadores y pecadores en general, indicando la perversidad y el paganismo.


- El rojo, en cambio, representa la reminiscencia de la púrpura imperial, el color de la gloria (Dios viste de rojo en el panel central del políptico de Gante, de Van Eyck). Es también el color de la sangre derramada y del sacrificio (Jesús viste una túnica roja en el díptico La Crucifixión y El Juicio Final, de Van Eyck). De igual manera se empleaba con mucha frecuencia para la vestimenta de Juan el discípulo y en algunas de las prendas que viste la Virgen.



- Por otra parte, el azul tenía muchos significados dentro del mundo del arte. Azul es el color del cielo, de la pureza y por extensión, del manto de la virgen. Puede ser intenso y vibrante como en el abrumador cuadro de Van der Wyden, El Descendimiento de la Cruz, o más dulce y luminoso, como en La Anunciación de Fran Angélico.

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